La formación “Conectoras comunitarias” reconoce el papel que tienen ciertas personas de la comunidad para conectar a otras personas, recursos y entidades y pretende enriquecer sus competencias para ejercer dicha labor con el objetivo de aumentar el papel protagonista de la ciudadanía en sus diferentes comunidades
La estrategia Juntas En la misma dirección, impulsada por el Cabildo Insular, desde el Área de Empleo, Desarrollo socioeconómico y Acción Exterior, con el apoyo de la Universidad de La Laguna a través de su Fundación General y del Observatorio de la Inmigración de Tenerife (OBITen), está formando a una treintena de personas para que aumenten su capacidad de ejercer, en sus diferentes comunidades, el papel de conectoras entre personas, recursos y entidades.
El curso “Conectoras comunitarias”, que comenzó en octubre y se desarrolla hasta mediados de diciembre a lo largo de cien horas en formato online, plantea como objetivos ofrecer a las personas participantes competencias para incentivar y mejorar su papel como conectoras dentro de su comunidad, reconociendo ese papel que ya tienen algunas de ellas para conectar a otras personas, recursos y entidades. De este modo, se pretende aumentar el papel protagonista de la ciudadanía en su comunidad, máxime cuando se trata de territorios culturalmente diversos.
La formación se ha destinado a personas que desempeñan un papel relevante dentro de sus comunidades y que presentan habilidades para realizar esas conexiones entre personas, recursos y entidades. La metodología empleada permite abordar diferentes módulos en formato online, que incluyen un encuentro con la persona docente. En los diferentes módulos se comparten los elementos fundamentales que capacitan a las personas para que puedan desempeñar un papel más protagonista en su comunidad y, además, a medida que se va desarrollando la acción formativa, se realiza un trabajo práctico que permita iniciar la labor de la Conectora comunitaria en el territorio.
Los diferentes módulos abordan cuestiones como qué es y qué implica ser una conectora comunitaria; el diagnóstico y conocimiento del territorio; las habilidades comunicativas y relacionales en la conexión comunitaria; algunas técnicas de mediación y facilitación; la generación de redes y la organización comunitaria; la cuestión del género y cuidados en la conexión comunitaria; las competencias digitales para las conectoras comunitarias y el paso a la acción.
Una de las personas participantes en esta formación, Elena Pozo Sánchez, comenta que se trata de “una iniciativa formativa de una calidad excepcional. Visibiliza y nos acerca a una especialidad del trabajo comunitario poco abordada y totalmente desconocida por las personas de a pie. Los módulos y el material han estado estructurados de manera accesible y asequible, de forma que personas con diversos niveles educativos hemos podido cursarla y eso es importante. A mí esta formación me ha servido doblemente. Por un lado, me ha dado herramientas y por otro me ha enseñado la versatilidad de otras que se pueden aplicar en el trabajo comunitario. En general estoy satisfecha con lo aprendido, con el material actualizado que he recibido y con el diseño de la formación”.
La consejera de Empleo, Desarrollo Socioeconómico y Acción Exterior del Cabildo de Tenerife, Carmen Luz Baso, señala que “todas y todos conocemos a determinadas personas que ejercen ese papel de conectora en nuestro pueblo, en nuestro barrio o en nuestro vecindario y sabemos la importancia que tiene su papel para fomentar la convivencia intercultural, el contacto entre las personas o, en un momento dado, para conseguir recursos o satisfacer necesidades concretas de la comunidad. Es muy importante identificar a estas personas que tienen esa capacidad de forma natural y ayudarles a ejercer de mejor manera esa labor que desarrollan voluntariamente y que tan importante es para el desarrollo social y económico de la comunidad”.
La rectora de la Universidad de La Laguna, Rosa María Aguilar, destaca que “a esta Universidad pública le importa la convivencia y la cohesión social en la isla de Tenerife y lo demuestra con los muchos proyectos e iniciativas que apoya o impulsa enfocados a estas materias. En este sentido, nos parece muy interesante poder dotar de herramientas a esas personas que quieren ejercer o que ya ejercen como eslabones dentro de su comunidad, para establecer relaciones, abrir nuevas posibilidades, desarrollar encuentros, facilitar ayuda y, en definitiva, construir una sociedad más capaz y hasta resiliente. Es una manera más de transferir el conocimiento académico a otros espacios educativos de calidad, reforzando de esta manera nuestro compromiso de acción y aplicación de los ODS”.